Marinos e Ingenieros Navales: complementarios pero no idénticos
Se han respetado siempre, conociendo su rol cada cual, siendo todos conscientes de sus capacidades y aptitudes, pero también de sus limitaciones que les han empujado a colaborar para asegurar la buena vida de su pasión común: el buque.
Igual que el piloto gobierna el avión y el ingeniero aeronáutico lo diseña y construye, el ingeniero naval proyecta y erige los barcos, hasta su entrega final al capitán. El capitán y el jefe de máquinas lo gobernarán hasta que le llegue la hora del desguace. Cada uno lo hará en su ámbito de especialización, uno a cargo del puente, el otro de la maquinaria. Ingenieros y marinos compartirán responsabilidades durante su vida útil de acuerdo con su formación, experiencia, conocimiento y competencias, para garantizar el buen cuidado del buque.
Mientras que un ingeniero naval jamás pretenderá gobernar el barco, de la misma manera que un ingeniero aeronáutico no pilota un avión, los conocimientos de los marinos no son suficientes para diseñar una estructura, realizar cálculos hidrodinámicos complejos o desarrollar un motor de última generación.
Muchas de las titulaciones nacidas con Bolonia ayudan a aumentar el desconcierto. La confusión es tal que algunos estudiantes se confunden de carrera en la que se matriculan y las empresas empiezan a no ser capaces de conocer la formación y capacidades de los que contratan. Esto es un problema tanto para los futuros marinos e ingenieros como para las empresas, por eso es necesario que, aunque trabajemos complementándonos, sepamos también cuáles son nuestras diferencias.
El Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos (COIN) tiene como objetivo fundamental velar por la actuación de los profesionales Ingenieros Navales en beneficio de la sociedad. Desde su fundación, en 1968 su actividad se orienta a la ordenación del ejercicio de la profesión, la defensa de los intereses profesionales de los colegiados y el impulso, en estrecha colaboración con la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España (AINE), de las técnicas propias de la profesión.
La Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España (AINE) lleva desde 1930 trabajando en defensa de los profesionales que integran el colectivo e impulsando proyectos e iniciativas que fomenten el desarrollo del Sector. Tiene como objetivos fundamentales cooperar en el fomento de la profesión y, en este sentido, estrechar los lazos entre los ingenieros navales para impulsar la divulgación y encauzamiento de iniciativas e investigaciones.